A juzgar por los mensajes difundidos en la red social Twitter por Johannes Wilhelm Streese Suárez, acusado de poseer y producir contenido pornográfico infantil, se trata de una persona “razonablemente” aceptable.
En una revisión detenida en su cuenta @mulishajoha Streese Suárez, a quien un juez le ratificó ayer en Santiago la prisión preventiva, escribe sobre diferentes temas, sin faltas ortográficas, textos limpios y aparentemente “inofensivos”.
“Me encanta como en 2022, la frase “no tengo agua fría porque a la nevera se le fue el internet”, es una frase totalmente nueva”, reseña un mensaje escrito por el imputado, de fecha 9 de junio del 2022.
Otros post del acusado se perciben más relajado, como el que dice “Si está buena, pero bebe Whiskey… no está buena na, está buenísima”.
Sus tuits hablan sobre diferentes temas y, en muchas ocasiones, también hace mención de titulares de medios de comunicación o persona de medios; fotografías y otros tipos de contenidos.
Este manejo en las redes sociales del prevenido, de 39 años de edad, contrasta con las acusaciones que pesan en su contra, entre las cuales está su supuesta pertenencia a una organización de explotación sexual que opera en este país y EEUU.
Las autoridades dominicanas de la Procuraduría reseñaron que la investigación que involucra a Johannes Wilhelm se movilizó luego de recibir una alerta del Homeland Security Investigations (HSI) de Philadelphia, Estados Unidos, organismo vinculado al patrullaje electrónico de estos delitos.
Aunque ha sido preguntado por las acusaciones en su contra durante el traslado al tribunal, el acusado ha respondido en toda ocasión con el silencio.
Sin embargo, quien sí había dado declaraciones a la prensa fue Pablo Santos, su representante legal, quien inicialmente vio la medida de coerción como resultado de la presión social y los medios de comunicación.
Reconoció en sus palabras que su cliente poseía materiales pornográficos en su celular, pero negó que distribuyera ese contenido o perteneciera a una organización internacional.
No obstante, el Ministerio Público declaró que entro de las evidencias con que cuenta figuran fotografías extraídas de los videochats que el imputado realizaba con niñas, en los que supuestamente las incitaba a mostrar sus partes íntimas.